El viernes, un total de 65 soldados leales al régimen de Bachar El Asad (Siria) se habían entregado a las autoridades iraquíes en la provincia de Nínive, después de que los rebeldes se hicieran con el control situado en la ciudad fronteriza de Al Yarbia, es decir, cruzaron la frontera para salvar su vida.
Los rebeldes sirios tomaron el control, también este lunes, de la mayoría de la ciudad norteña de Raqqa, después de varios días de combates con el Ejército del régimen, según anunciaron los grupos opositores. Los milicianos asaltaron la plaza central de la ciudad, capital de la provincia del mismo nombre, y tumbaron una estatua de Hafez El Asad, padre y predecesor del actual presidente.
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