El gobierno de Japón se rehúsa a un análisis profundo de la situación del agua y la biodiversidad después de la catástrofe nuclear de Fukushima.
Greenpeace solicitó el permiso para que sus investigadores que navegan en el buque Rainbow Warrior realicen estudios sobre la radiación dentro de las 12 millas que pertenecen a las aguas territoriales de Japón. El país negó la autorización y, en cambio, permitió que los ambientalistas llevaran a cabo un análisis limitado de agua, sedimentos y vida marina fuera de las aguas territoriales; mientras que Greenpeace había propuesto un programa de investigación mucho más integral y más profundo del permitido.
La principal preocupación son los niños y las mujeres embarazadas, porque la radiactividad adquirida, traerá consecuencias a las futuras generaciones.
Por otra parte se sabe de la leche y alimentos encontrados radiactivos, fuera de la zona de riesgo o exclusión.
También, Japón planea verter 11,500 toneladas más de agua radiactiva al mar
Se ha prohibido en Japón, la toma de fotografías o la inclusión en las zonas de las plantas nucleares.
Hermetismo sobre la planta Onagawua que el otro día presento fuga.
Tú puedes hacer algo! Manda un mensaje vía Twitter al Primer Ministro de Japón (@JPN_PMO).
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