Es posible interrumpir el discurso de una persona, sin excusas ni profecías, mediante el uso de un arma que sorprenderá a los que estén presentes. El nuevo dispositivo, bautizado como «SpeechJammer», ha sido desarrollado por los japoneses Koji Tsukada y Kazuka Kurihuara.
El ingenio se basa en la necesidad de los seres humanos de escuchar lo que decimos para hilar los argumentos y hacer un discurso comprensible. Pero cuando existe diferencia de tiempo entre el sonido que emitimos y el que nos llega de nuestra propia voz, perdemos el control de lo que estamos diciendo.
Los desajustes temporales entre lo que se habla y escucha pueden provocar problemas al orador, desorientándolo hasta hacerlo callar. «SpeechJammer» consigue retardar el sonido y que quien habla escuche sus palabras con un retraso de 0,2 segundos. Para un correcto funcionamiento, el sistema incluye un micrófono direccional y un altavoz, así como un puntero láser, un sensor de distancia y un ordenador para calcular los tiempos. El software basa su funcionamiento en la distancia que haya desde el altavoz.
El proceso resulta sencillo: la persona apunta con el arma a quien desee silenciar. Tras apretar el gatillo, el orador comienza a tartamudear, emite algo ininteligible y deja de hablar, sin sufrir ningún malestar físico; ya que puede recuperar el habla de inmediato. Este sistema tiene un rango espacial de 30 metros, por lo que el abanico de posibles víctimas es bastante amplio.
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