El primer ministro de Túnez, Hamadi Jebali, ha presentado este martes su dimisión, un día después de reconocer que no había logrado el consenso necesario para formar una administración tecnócrata.
El jefe de Gobierno planteó la formación de un gabinete provisional con ministros sin afiliación política tras el asesinato del dirigente opositor de izquierdas Chokri Belaid, cuya muerte derivó en varios días de disturbios y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Su propio partido, el islamista moderado Ennahda, rechazó su decisión de formar un gabinete de expertos, al igual que las formaciones de oposición, lo que llevó a Jebali incluso a plantear su dimisión como opción
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