El Gobierno chino ha destituido a dos ejecutivos del departamento ferroviario de Shangai y al jefe del Partido Comunista de esa ciudad como respuesta al choque que se produjo ayer entre dos trenes de alta velocidad en la provincia de Zhejiang, que ha causado al menos 43 muertos y más de 200 heridos, y que ha puesto en tela de juicio la seguridad de este tipo de transporte en China. Las tres personas destituidas serán sometidas, además, a una investigación, según ha declarado el Ministerio de Ferrocarriles en un comunicado. Antes de que se produjera el accidente ya existían dudas sobre estos trenes por las averías que han tenido, la baja demanda que hay entre los pasajeros y el endeudamiento que ha generado esta inversión.
El accidente ocurrió a las 20.27 hora local del sábado cuando el tren D301, que cubría el trayecto entre Pekín (norte) y Fuzhou (sureste) y transportaba unos 500 pasajeros, chocó con la parte trasera del ferrocarril D3115, que llevaba 900 personas. Este último viajaba desde Hangzhou (sureste) a Fuzhou, en la misma dirección que el D301, pero en el momento del choque estaba parado tras ser alcanzado por un rayo.
Viajeros relataron que, tras el impacto, y completamente a oscuras, rompieron ventanas y saltaron de ellas sin saber que les esperaban caídas de hasta 20 metros. Los equipos de salvamento contaron que algunos vagones habían quedado tan deformados que tuvieron que cortar las carrocerías . Algunas de ellas, sin embargo, lograron a través de móviles comunicarse con sus familiares y amigos, pidiendo ayuda antes de que llegaran los equipos de rescate.
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