jueves, 17 de febrero de 2011

PROFECIAS DE SAN MALAQUIAS


Todas las Profecías anuncian un final para el Vaticano y un Cambio de Era
El clérigo irlandés del siglo XI, (1094-1148) San Malaquías, predijo que éste Papa actual, Benedictus XVI, sería el Papa número 111, y por tanto el último Papa del Vaticano.
San Malaquías tuvo una visión reveladora estando en Roma y escribió una lista con los últimos Papas de la Iglesia Católica, desde su tiempo, en el que la Silla de San Pedro estaba ocupada desde el año 1130 por el Papa Celestino II, hasta el Fín de los Tiempos; siendo en total 111 Papas. A cada uno de ellos atribuyó un lema a modo de sobrenombre, correspondiéndole al Papa Benedicto XVI el lema "la Gloria del Olivo", que es el lema 111 del último de los Papas. Las Profecías de San Malaquías son unas de las más contundentes y respetadas, pues desde el siglo XI hasta hoy, su índice de acierto es asombrosamente del 100%.

El Papa 111 y el misterioso y extraño Papa 112
Hay un cierto debate y no poca confusión entre el público acerca de si San Malaquías se refirió a 111 Papas o a 112, ya que al final de su vaticinio habla de Pedro el Romano. Pues por un lado, podría pensarse que puede ser una referencia genérica o hacia cualquiera de ellos, pues todos los Papas son Pedro el Romano, por cuanto se dice que todos ellos han ocupado el Trono o la Silla de San Pedro. Podría tratarse de otro Papa, el número 112, el cual no presenta ningún lema como los anteriores y sin embargo sí un nombre: Pedro el Romano, que sería entonces, Pedro II. Lo que se cuenta de Pedro el Romano refleja que este será un Papa muy extraño, y que vivirá en un contexto mundial también muy extraño, diferente al del resto de sus antecesores. Se le cita aparte de la lista de sucesión de lemas, en un párrafo final que es inquietante. Tampoco trae su lema, como los anteriores, sino su nombre de Pedro.

Pedro II será el Papa al que le sobrevendrá la hecatombe de la Iglesia Católica, pues como se relata en el libro bíblico de Apocalipsis o Revelación, Babilonia la Grande o la Gran Ramera, que así es como define la Biblia a la Iglesia Católica, será destruída para siempre, y nunca más volverá a saberse nada sobre esta religión falsa, tras haber estado dos milenios fornicando espiritualmente con todos los gobiernos y poderes de la Tierra, acumulando tesoros, escondiendo la verdad, imponiendo idolatrías y creencias extrañas y paganas, manipulando a la humanidad y pervirtiendo el mensaje de la Palabra de Dios. La desaparición de la Iglesia Católica significa, forzosamente, un Cambio de Era en la Historia.

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