(Foto: Thomas Erdbrink / The Washington Post)
Teherán. Un científico iraní, involucrado en la compra de equipos para las principales instalaciones de enriquecimiento de uranio de la nación islámica, fue asesinado ayer cuando una bomba magnética adherida a su coche explotó en la mañana justo en la hora pico de tráfico en la capital iraní, de acuerdo con reportes de los medios estatales iraníes.
Las autoridades iraníes acusaron a Estados Unidos e Israel de orquestar el ataque, que también mató a chofer del científico. El vicepresidente iraní Mohammad Reza Rahimi culpó del ataque a los “sionistas” y a “los que afirman estar contra el terrorismo”, informó la agencia semioficial Fars News. El gobierno de Obama rechazó la acusación al mismo tiempo que denunció el asesinato. “Estados Unidos condena enérgicamente este acto de violencia y niega categóricamente cualquier implicación en el asesinato”, indicó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
La muerte tuvo un gran parecido con dos ataques en el 2010 a dos científicos nucleares y ocurrió el mismo día de la muerte de otro profesor, Massoud Ali Mohammadi, quien también pereció en una explosión. Las autoridades iraníes también culparon a EU y a sus aliados de estos asesinatos, al afirmar que eran parte de un programa encubierto destinado a interrumpir la investigación nuclear de Irán.
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