miércoles, 26 de octubre de 2011

SOMALIA CRISIS HUMANITARIA



Wardo Mohamed Yusuf, una madre de 29 años,  cuya historia es tal vez la más triste que se conoce hasta ahora,  no es diferente a las de otras familias de este país africano. La mujer llevaba a su hija de un año en la espalda y al varón de 4 de la mano, en un trabajoso camino hacia Kenia, buscando escapar de la miseria.Cuando el nene desfalleció por el calor, el hambre y la sed, la mujer intentó reanimarlo echándole en la cabeza algo de la poca agua que le quedaba. El chico no reaccionó. Buscó sin resultados la ayuda de otras familias que seguían el mismo camino. Sola ,  la vida la obligó a elegir entre morir los tres o salvarse dos . Optó por lo segundo, como enseña el instinto de supervivencia. “Finalmente decidí dejarlo atrás, en el camino y al amparo de Dios ”, dijo Wardo días después, en el campamento de refugiados en Dadaab, Kenia. “Estoy segura de que él está vivo, me lo dice el corazón. Me despierto por las noches y pienso en él. Me siento aterrorizada cuando veo a un niño de su edad”, relata la mujer.

Somalia se enfrenta a los tambores de guerra, pretendiendo combatir a los militantes islámicos y rechazando la ayuda de Kenia para resolver el conflicto. El rechazo de hoy fue expresado días después de que el presidente somalí manifestara por primera vez su oposición a la incursión de tropas kenianas en Somalia para combatir al grupo militante al Shabaab. Kenia acusa a esos militantes de llevar a cabo secuestros de extranjeros dentro de territorio keniano. 

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