Expertos nucleares del estado de Texas se preparaban el martes para desmantelar la más antigua, grande y poderosa bomba del arsenal estadounidense de la era de la Guerra Fría. La última bomba B-53 -construida en 1962, el año de la Crisis de los Misiles con Cuba- será desmontada en la planta Pantex, cercana a la localidad de Amarillo, el único lugar en Estados Unidos donde actualmente se construyen, mantienen y desmantelan armas atómicas. Se considera concluída la tarea.
De color gris, 4.500 kg de peso y del tamaño de una camioneta, el dispositivo tenía el poder de borrar de la faz de la Tierra, con sus nueve megatones de potencia, una zona metropolitana entera al ser lanzada desde un bombardero B-52. Podía destruir incluso bunkers subterráneos por la onda expansiva capaz de producir terremotos. Esta bomba se mantenia volando a bordo de los bombarderos por si acaso era necesario arrojarla. Usa posía mas de medio centenar de estos "aparatitos".
De hecho, la bomba que destruyó la ciudad japonesa de Hiroshina, en los últimos días de la segunda Guerra Mundial, encerraba una potencia mucho menor “El mundo será un lugar más seguro tras el desmantelamiento de esta arma”, dijo de su lado Thomas D’Agostino, director de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, en un comunicado difundido por Pantex.
No hay comentarios:
Publicar un comentario