domingo, 13 de mayo de 2012

SUICIDO POR BULLING MEXICO

Uniño mexicano de nueve años se suicidó el lunes colgándose de un árbol después de haber comentado a su familia que era constantemente víctima de acoso en su escuela ubicada en el centro de México, informó una autoridad local a AFP. En 12 meses, la Secretaría de Educación Pública de Puebla acumuló 133 llamadas telefónicas que denunciaron bullying en escuelas de 26 municipios. Una de éstas fue de Hortensia Vázquez, quien refirió que su hijo era agredido constantemente por sus compañeros
El menor acudía a una escuela del municipio rural de Zacatlán, ubicado a 200 kilómetros de la capital mexicana. Su madre dijo a las autoridades que momentos después de que el niño llegara de la escuela lo llamó a comer, y al ver que no respondía salió a buscarlo y lo encontró colgado de un árbol. Hortensia Vázquez, la madre del menor, dijo que su hijo era agredido por compañeros de la escuela y que aunque ella lo había reportado a su profesor, éste siempre lo pasó por alto. La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha dicho que en México seis de cada 10 niños de entre uno y 14 años sufren violencia en sus escuelas.

Se suicidó un joven de 14 años de edad debido a la carrilla que le daban sus compañeros de secundaria. El acontecimiento que llevó a la tumba a quien fue identificado como Marco Rosales Plascencia, se registró en el número 2154 de la calle Aldama, en la colonia Los Puestos, en Tlaquepaque. Esperanza Plascencia Gómez, al acudir al Servicio Médico Forense para identificar de manera legal el cadáver de su hijo, ésta manifestó que el sábado como a las diez de la mañana le llamó su tío Juan Rosales y le dijo que se fuera inmediatamente a la casa, ya que Marco había sufrido un accidente. Agregó que al llegar a la finca se enteró que su HIJO se había colgado con una cuerda que amarró a laestructura de una escalera, pero cuando ella llegó a la casa ya lo habían “bajado”.  Ante esta situación, ahora personal del área de Homicidios Intencionales acudirá a la escuela donde estudiaba Rosales Plascencia, para cuestionar a sus malos compañeros, que según saben le quitaban su dinero y su teléfono celular, y en caso de que les resulte algún tipo de responsabilidad, podrían ser retenidos.

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