La corteza terrestre dio un monumental bandazo y desplazó decenas de metros el fondo del mar cuando el pasado 11 de marzo un terremoto azotó la costa de Japón causando un gran tsunami. Un estudio publicado en la revista 'Science' indica que una banda del fondo marino de 20 metros de ancho se elevó tres metros verticalmente. Mariko Sato y varios colegas de la Universidad de Tokio han podido analizar los datos recogidos por una serie de aparatos de observación situados en la base del océano. Curiosamente, entre los años 2000 y 2004 habían colocado cinco aparatos traspondedores muy cerca del foco del terremoto.
Cruzando esos datos junto con las mediciones de GPS y los registros de ondas acústicas, los autores del artículo en Science han podido confirmar que hubo una larga banda de terreno, de varios kilómetros de largo, que se desplazó horizontalmente entre cinco y 24 metros a lo largo del fondo del mar. Ademas, esa banda de corteza marina dio un 'brinco' vertical de entre 80 centímetros y tres metros de alto. Fue en la zona más cercana al epicentro donde se registró el mayor movimiento: 24 metros en horizontal y tres metros en altura. EN REALIDAD EL efecto fue a lo largo de 70 kms de longitud; el movimiento detectado por los traspondedores fue realmente cuatro veces más grande de lo que los sensores de tierra habían permitido deducir, lo que tiene repercusiones para mejorar las valoraciones sobre futuros tsunamis.
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