Un tribunal en Bahrein el miércoles culpable 21 destacados activistas, la mayoría de ellos líderes de la comunidad mayoritaria chiíta, de conspirar para derrocar al gobierno durante las protestas contra el gobierno de este año y los condenó a largas penas de prisión. Ocho de los hombres fueron condenados a cadena perpetua por un tribunal militar especial. Ibrahim Sharif, un musulmán sunita secular que se había unido a los chiíes en el llamado para la reforma constitucional, fue condenado a cinco años. La monarquía ha acusado a los hombres de trabajar con Irán para derrocar al gobierno. De las 21 condenas, siete fueron dictadas en rebeldía, la mayoría de los hombres cree que en Gran Bretaña.
Los activistas chiíes fueron acusados de tratar de derrocar la monarquía de Bahrein de 200 años y de tener vínculos con "una organización terrorista del exterior".Los gobernantes bahreiníes temen que todo progreso de los chiíes en el reino pueda abrir las puertas para una mayor influencia de Irán, una nación de mayoría chií que es el principal rival regional de las naciones de mayoría suní en el Golfo. Bahrein también acusa a Jezbolá, apoyada por Irán, de tener participación en las protestas
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