En Malasia, la posesión y tráfico de drogas es castigado con la horca y no existe la posibilidad de cadena perpetua. Tras desechar la petición de la defensa a cargo del abogado Kitson Foong, en el sentido de hacer una revisión judicial, el juez Zawawi determinó continuar con el caso y llamar nuevamente a testificar, el próximo 28 de junio, al químico que analizó las drogas y materiales que fueron hallados en el laboratorio de metanfetaminas, para el siguiente día escuchar el testimonio de los hermanos González Villarreal.
De ser encontrados culpables, los sinaloenses podrían acudir a la Corte Federal de Malasia, donde serían escuchados por tres jueces que ratifiquen o, en su caso, rechacen la condena en su contra. Si esta instancia, equivalente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México, los vuelve a declarar culpables, tendrían el último recurso de pedir la clemencia al rey, quien tendría la posibilidad de darles la absolución. Cabe señalar que los tres mexicanos reciben asistencia consular del gobierno de México, de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores.
De forma simultánea a la redada en la zona industrial, pero al norte de la ciudad, en el barrio residencial de Talan Pelangi, agentes detuvieron a otros dos sinaloenses a los que se identificó únicamente como Jorge Enrique, de 32 años, y Jesús Alfonso, de 36. Un canadiense de origen filipino, James Dugalo, también fue aprehendido. En el operativo fueron incautados varios millones de ringits, moneda local de Malasia y cuatro vehículos de lujo. ¿Qué hacían estos dos sinaloenses en un barrio residencial de la ciudad, con millones de ringits y camionetas último modelo?Desde un principio la policía consideró lógico asumir que llegaron con la idea de trabajar en el mercado de las drogas.
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