martes, 26 de abril de 2011

BONDARENKO HEROE COSMONAUTA

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     Solamente un caso de desaparición sería constatado por todos ellos, los cosmonautas soviéticos. Este era el caso de Valentín Bondarenko(en la foto). Esta historia conoció la luz cuando en 1991, “Golovanov”, un periodista del diario Izvestiya y excosmonauta, lo publicaba treinta años después de acaecer tan terrible suceso. Bondarenko era uno de los veinte cosmonautas seleccionados para alcanzar la gloria. Las pruebas y entrenamientos que estos hombres deberían de soportar eran de extrema dureza. La última de ellas, consistía en el aislamiento durante quince días, en una cámara presurizada con un índice de concentración de oxígeno del cincuenta por ciento.
A los diez días de internamiento, fue sometido a una prueba de monitorización médica a través de electrodos sujetos a la piel. Una vez terminada se quitó las ventosas, limpiando los residuos con algodones humedecidos en alcohol. Sin querer, uno de ellos fue a caer sobre un plato caliente diseñado para calentar su comida. Como la atmósfera era rica en oxígeno, saltó una chispa que provocó un incendio dentro de la cámara. Presa del pánico, Bondarenko golpeaba sus ropas tratando de apagarlo, sin conseguir otra cosa que avivarlo aún más. Debido a la baja presión en el interior, se tardarían varios minutos (según cuenta Golovanov) en abrirla. Sin embargo, el doctor Vladimir Golyakhovsky, que atendería al cosmonauta declararía que el tiempo que este permaneció en la cámara fue de media hora

     “Ha sido culpa mía, ha sido culpa mía”.(DIJO EL COSMONAUTA HERIDO)  El doctor Golyakhovsky diría a la televisión: “Le retiré la manta con mucho cuidado, entonces vi un cuerpo completamente calcinado, de un modo que nunca había visto antes, y nunca vi después. No tenía piel, no tenía pelo, ni siquiera tenía ojos. Sabíamos que era mejor mantener las bocas cerradas y no decir nada sobre semejante secreto de estado.” La única parte del cuerpo que quedó intacta fueron las plantas de los pies que habían sido protegidas por la botas. Con gran esfuerzo por parte de los médicos, allí consiguieron localizarle un vaso sanguíneo para administrarle calmantes por vía intravenosa. Era todo lo que los médicos podían hacer por él, aliviarle el sufrimiento en lo posible, pues era evidente que en su estado no podría sobrevivir. Según Golyakhovsky, Bondarenko moriría dieciséis horas después. En el hospital no se dieron detalles del accidente, y sería registrado con el nombre de “Sergeyev”.

     Valentín Bondarenko, falleció el 23 de Marzo de 1961 a la edad de 24 años, siendo teniente del ejercito del aire de la Unión Soviética. Fue enterrado en Jarkov (Ucrania), donde había crecido y donde aún vivían sus padres. Dejó una joven esposa (Anya), y un hijo de cinco años (Aleksandr), que llegaría a ser oficial del ejército. En aquellos momentos, Anya trabajaba en el centro de entrenamientos de cosmonautas, trabajo que dejó poco después de la muerte de su marido por razones que se desconocen.

Valentín Bondarenko murió, en el inicio de 1961, durante una prueba a bordo de una nave Vostok, cuando la atmósfera de la nave se incendió explosivamente. Su muerte fue admitida oficialmente por el periódico soviético Izvestia en 1986.   (VERSION OFICIAL)

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