jueves, 21 de abril de 2011

VIGILANDO A HERCOLUBUS, NIBIRU, PLANETA X..

 El ‘Proyecto Ajenjo’ se desarrolla en el Observatorio Solar de Learmonth (Australia) donde hay una intensa actividad. Los militares del Pentágono estadounidense estudian la amenaza para la Tierra junto con el Gobierno australiano. Este proyecto conjunto entre EE.UU. y Australia se debe a que el planeta X sólo se puede observar desde el hemisferio sur. No solamente se llama Ajenjo tiene una gran gama de nombres, lo llaman planeta X, planeta del cruce, etc. Los gobiernos mantienen el secreto pero activan sus lugares de refugio, guardan alimentos, ellos se preparan, y nuestros países latinoamericanos,

     Desde el SPT, Telescopio del Polo Sur, el Gobierno de Estados Unidos, a través de la agencia militar Nasa, está siguiendo, en secreto, permanentemente el recorrido del planeta X, Nibiru, en aproximación a la órbita de la Tierra. Esta misión astronómica en la base de observación espacial de la Antártida se puso en marcha el 16 de febrero de 2007. Pero este es un asunto en el que quien mejor información maneja es el propio Vaticano, pues la Santa Sede tiene a su disposición una red de observatorios astronómicos y cuenta con sus propios proyectos espaciales.

      Pocas personas saben que el Telescopio espacial Hubble tiene un hermano gemelo secreto, el "SkyHole 12". Pero éste solo es uno de los ojos secretos con los que el Vaticano vigila el cielo. El Vaticano realiza el seguimiento de los movimientos de Hercóbulus, fundamentalmente desde dos bases secretas vaticanas de exploración espacial, convenientemente camufladas: una de ellas se encuentra en Chile, y la otra en Alaska. Estos dos observatorios secretos vaticanos están manejados exclusivamente por la sección de científicos astrónomos de la Orden de los Jesuitas.
El avión espacial supersecreto "Aurora" es utilizado para las misiones "Secretum Omega" del Vaticano. Así salió al espacio la nave-sonda vaticana "Siloe", sin pasar siquiera por la Nasa. El proyecto ultrasecreto Aurora tiene su propio departamento militar, y su propio presupuesto, dentro del gobierno estadounidense, al más alto nivel.
     El objetivo de la nave Siloe fué aproximarse a Nibiru y fotografiar el cuerpo celeste. Una vez realizada la primera fase de la misión, la nave Siloe invirtió de nuevo su rumbo y se acercó a La Tierra para transmitir sus imágenes a la base de observación espacial del Vaticano en Alaska, la cual empezó a recibir la información de Siloe en octubre de 1995.
Las tomas fotográficas de la nave vaticana revelaron la realidad de un planeta de dimensiones enormes en rumbo de aproximación hacia la Tierra. Esta información secreta se consideró muy peligrosa, ordenándose inmediatamente desde el Vaticano la clasificación de "secretum omega" con nivel 1, es decir, el máximo secreto, para el expediente vaticano Nibiru. De hecho, en los supuestos informes del SIV, servicio secreto vaticano, previos al envío de la nave Siloe, se hablaba que dicho planeta, Hercóbulus, estaba habitado por seres extraterrestres muy belicosos para los habitantes de la Tierra.

Los militares del Pentágono estadounidense estudian la amenaza para la Tierra junto con el Gobierno Australiano. Este proyecto conjunto entre EE.UU. y Australia se debe a que el planeta X sólo se puede observar desde el hemisferio sur

Al parecer, hay un mini “Sistema Solar” de cometas acompañantes, meteoritos y polvo espacial que entran con el planeta X,

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