Los talibanes afganos se vengaran de las muertes de 16 civiles a manos de un soldado estadounidense,según un comunicado del grupo enviado por correo electrónico a los medios de comunicación.
La Casa Blanca expresó hoy su preocupación por los asesinatos reportados. "Estamos profundamente preocupados por los informes iniciales de este incidente y están monitoreando la situación muy de cerca", dijo la Casa Blanca, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden.
El soldado, detenido, salió de su base pasadas las tres de la mañana y se dirigió a la aldea más próxima donde abrió fuego dentro de varias viviendas. Algunas fuentes hablan de un exceso de alcohol y otras de una crisis nerviosa. Un sobreviviente dijo que fallecieron 11 familiares de él entre hijos y nietos; a los cuerpos se les prendió también fuego.
Es el resumen, según informaciones de la Policía afgana, de la pesadilla que se vivió en Zangabad, aldea del distrito de Panjwai en la provincia de Kandahar. El militar fue inmediatamente arrestado y la ISAF, misión de la OTAN en Afganistán, abrió una investigación. El mandatario afgano se sumó con dureza a las condenas a media tarde con un comunicado de prensa en el que advirtió que «no lo vamos a olvidar»
"Los mataron y los quemaron. Vi al menos dos niños, de 2 o 3 años", destacó el corresponsal de la AFP.
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